A ella no le gustas tanto
De repente no me gusta escribir sobre este tema por varias razones, principalmente porque temo parecer una obsesionada con este tema del romance. ¿Lo soy? Diría que dentro de la medida de la gente de mi generación, un poco menos. Pero quizás pienso más en el tema cuando me aburro -Odio estar aburrida-
El hecho de estar en el espectro arromántico me hace apreciar algunos ángulos y considerar algunas opciones que una persona alo no porque ellxs rara vez se cuestionan algo. Racionalizo esto que siento como una respuesta muy humana a la solitud. No como una soledad que se me impuso sino como una manera que yo elegí para vivir a esto. Las rupturas son difíciles, los ghosteos también. No sé si me siento como una persona a la que dejaron o me ghostearon, porque eran planteamientos que ya se habían hablado y ya se habían vivido. Más bien creo que sólo estoy haciendo lo que aquella otra persona quería de mí. No me cuesta nada cumplir con sus deseos, yo tampoco siento ganas de construir una amistad con alguien que jamás quiso verme como amiga. Ni siquiera el especialísimo puesto de la mejor.
Pero le extraño, por supuesto. Eventualmente se me pasará, supongo. Y desearía poder llenar ese vacío pero con gente no puedo hacerlo. Llevo toda mi vida reconciliando el hecho de que, aunque alguien te entretenga, te distraiga, jamás ocupará un lugar que no es para esa persona. Y no sé ustedes, pero YO ODIO sentir que me estoy forzando a algo que no quiero.
Porque no quiero. No quiero un novio. No quiero un amigo.
Quiero abrir un agujero en la tierra y esconderme ahí cien años. Eso quiero.
Pero es imposible para mí no preguntarme absolutamente todo y ver dentro de mi propia naturaleza para entender por qué parece que estoy sufriendo de a gratis.
¿Pero estoy sufriendo? ¿Me siento mal
Me siento increíble y peligrosamente aburrida. Amistades, es que ustedes no lo entienden, el aburrimiento es la mecha con la que prendo mis impulsos autodestructivos. Cuando estoy aburrida es cuando más pendejadas hago, porque necesito sentir algo: La perpetuidad del silencio que trae la solitud y el aburrimiento son el peor castigo. Literalmente prefiero estar muerta que pasar un día más aburrida. ¿Cuál es el punto de estar viva si estaré aburrida?
Tanta vida por vivir, tanto por sentir, por sufrir, por experimentar, por aprender, por desaprender, ¿Y yo estoy aquí haciendo mala cara frente al espejo mientras me quito los vellos desordenados de mis cejas con unas pinzas?
Y es ahí cuando empiezan las malas ideas, los malos deseos: Descargar tinder, podría agarrarme al primer vato medianamente interesante que presente una higiene básica completa. Podría entretenerme con él. Podría entrar a servidores desconocidos de discord y ligarme a alguien, a quién sea que me pueda mantener despierta a altas horas de la noche. Podría ir a mis bares geis favoritos, a ver a quién me encuentro. Podría arrastrarme por el suelo, una vez más, para que Karli vuelva.
O podría dejar de ser una culera con mis amigxs y mantener conversaciones con ellxs más allá de tres mensajes en el plazo de una hora. Podría proponerles planes, podría dejar de tomar tanto, podría ejercitarme, podría comer bien, a mis horas, podría buscarme un trabajo de tiempo completo, podría...
Podría, podría, podría. ¿Qué es lo que realmente quiero? ¿Un romance para distraerme? ¿Un amigo para reemplazar la compañía de Karli? ¿Una razón para sufrir porque el dolor es de lo poco seguro que me hace sentir viva? ¿Por qué no puedo disfrutar NI UN PINCHE AÑO de tranquilo y pacífico aburrimiento? ¿Por qué necesito vivir alterada para sentir que no desperdicio mi vida?
¿Es algún tipo de enfermedad mental? Probablemente sí.
¿Pero es mi culpa desear algo más grande que yo misma y mis cuentos de fantasmas para vivir? Me parece que es algo humano. Porque sé que puedo sentir amor romántico, porque sé que muchas veces es como una droga, lo deseo tanto como lo necesito. Pero no quiero obligarme a nada, más que nada porque sé que cuando lo intento de verdad, cuando me abro a la posibilidad nomás no sale nada de mí.
Cuando me he enamorado antes ha sido más bien por responder al interés de alguien de manera muy aleatoria, sin ninguna pretensión. Porque no estoy pensando en que voy a conseguir amor de esto. Porque todo se acomoda de una forma sobrenatural, sin que yo tenga que mover ni un dedo. No sé cómo explicarlo más que así: Porque es una coincidencia.
Las coincidencias no pueden ser calculadas, programadas, porque entonces no serían casualidades sino mero resultado de una suma.
Intento ser amable conmigo misma. Estamos viviendo en tiempos terribles, mis fuerzas deben estar concentradas en lo inmediato, en lo que tengo a la mano, en lo que hago. Pero es innegable, es humano sentir que algo falta.
La pura emoción de vivir, de despertar esperando algo bonito, esa respuesta químico-cerebral que obtienes del romance, de la amistad, de la genuina conexión con alguien. No me importa que no sea un romance, una amistad con la que pueda conectar a niveles profundos y platónicos me llenaría tanto como 1 novie.
Y en medio de esa sequía me pregunto, mientras reviso mis mensajes sin contestar, si debería ghostearles a todes y suicidarme o esperar unos días más, unas semanas más. A lo mejor algo mágico se aproxima y yo no lo alcanzo a ver.



Comentarios
Publicar un comentario